un masaje oriental nada convencional
Una de las cosas que no puedes dejar de hacer si haces un viaje al lejano oriente es irte de allí sin haber probado un masaje típico tailandés como los que hace esta preciosa asiática. Les suelen llamar masajes con final feliz porque todos acaban así. Por un lado ellas contentas por poder prestar el servicio y por el otro los clientes se van mucho más relajados de lo que entraron. Si no que se lo pregunten a este interfecto.