No puso resistirse a este pedazo de polla negra
Ser una esposa fiel es muy difícil cuando a una se le ponen por delante tentaciones en forma de la enorme polla de este negro, que ha conocido en el trabajo y se ha convertido en su colaborador. Nunca le habían atraido los hombres de otras razas, pero como dicen que la cercanía hace el cariño, y por lo visto también a las tias viciosas, poco a poco se fue fijando en su paquete, que parecía mucho más grande que el de su marido. Y así, acabó en esta follada interracial, que desde luego no tiene pintas de ser la última, porque la muy zorra disfrutó hasta el orgasmo.