El mejor amigo de mi padre
Ahora que he cumplido una de mis fantasías sexuales más deseadas, me vienen a la cabeza esos momentos en los que me escondía en mi cuarto a masturbarme cada vez que veía a un amigo de mi padre. No podía resistir la tentación de saber que dentro de sus pantalones se encontraban enormes pollones. Al final he podido comprobar que la realidad supera siempre la ficción.